Un llamado a la guerra santa
¿Habla la Biblia de paz o de guerra?
La Biblia habla de guerra con toda seguridad. Los que hablan de paz cuando no hay paz, son los que están de acuerdo en tolerar el conocimiento del bien y del mal, éstos son los verdaderos pecadores, y uno falsos profetas. Estos son enemigos de Dios, porque siendo culpables de haber ofendido a un Creador amoroso, creen y dicen que no van a ser castigados. En realidad andan tras su propia conveniencia.
¿Debe haber mal para que haya bien?
Definitivamente sí. Sólo podemos hacer el bien, sí y solo sí, hay un mal involucrado.Hacer el bien se define como dar un beneficio a aquél que no lo tiene. No tener un beneficio es un mal. El que no tiene suficiente: comida, bebida, salud, vestido, familia o amigos; tiene un problema. El que no tiene suficiente: conocimiento, sabiduría, ni una estrategia válida para vivir; tendrá la posibilidad de una muerte prematura. El que no tiene al verdadero Dios como Señor y Salvador; de cierto morirá.
¿Cómo fue al principio?
En Génesis 1, Dios creaba la tierra y su plenitud. En cada paso que daba, dice el escritor (Moisés): "Y vio Dios que era bueno". En Génesis 2:9, "Plantó Dios todo árbol "bueno" "para comer" y "el árbol de la vida". También plantó Dios "el árbol de la ciencia del bien y del mal".
Lo bueno, y el bien y el mal
Quiero que se note la diferencia entre estos tres tipos de árboles: árboles para comer, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Los árboles para comer son los vegetales que nos proveyó Dios para alimentar nuestro cuerpo carnal, el árbol de la vida representa la Palabra de Dios la cual es para vida eterna, y el árbol de la ciencia del bien y del mal es conocimiento prohibido por el Señor, porque es ciencia de Dios. Sin embargo, Dios es santo (apartado del mal), todo lo que hace es bueno. Santiago llama al Dios "el Padre de las luces" (Santiago 1:17). Nada malo viene de El, solamente lo bueno.Lo bueno viene en un sólo paquete, y lo creó Dios; el bien y el mal vienen en otro paquete, y también los creó Dios. Lo bueno no se debe mezclar con el bien y el mal. Están presentes en el mundo; pero en diferentes dimensiones espirituales. Lo bueno pertenece a arriba y el bien y el mal pertenecen a abajo, lo bueno es santo y el bien y el mal es pecaminoso, lo bueno es beneficioso y el bien y el mal es perjudicial. Aprender el bien y el mal para hacerlo es un pecado mortal, el hombre no tiene ese derecho en su libre albedrío.
La intención de Dios
Dios creó lo bueno para que el hombre hiciera sólo lo bueno con la ausencia total y tajante del mal. Ausencia del mal, ausencia de males. De esa manera la creación viviría en un paraíso para siempre.
La misericordia del Padre
Dios sabía que el hombre iba a ser engañado por el diablo; por eso sembró el árbol de la ciencia del bien y del mal, para preparar con anticipación la guerra del bien contra el mal. Con la ausencia del bien, el mal no tiene quién se le enfrente. Con la presencia del bien, el mal debe será derrotado. Dios, antes de crear al hombre, sabía que se iba a perder por otro camino, porque el diablo lo iba a engañar; por eso preparó el Camino (Jesucristo) de su salvación desde los inicios del mundo (Génesis 3:15). Satanás engañó al hombre para que comiera del fruto prohibido del conocimiento del bien y del mal, con el fin de que hubiera mucho mal en el mundo y reinara la muerte. Con esto entorpecería los planes de Dios haciéndole daño al hombre. Pero Dios al mismo tiempo, había preparado su contrapartida, "el poderoso bien"; para quitar el mal de en medio, y con ello, suspender a la muerte; ya que el aguijón de la muerte es el pecado. Para dejar sólo lo bueno o lo correcto delante de El como era su voluntad desde el principio.
Tiempo de guerra
Dios comenzó el armagedón desde el principio del mundo, y terminará cuando sean destruidos todos los rebeldes y al final la muerte y el Hades sean también destruido(Apocalipsis 20:14-15). Esta guerra es un hecho real y actual, lo creas o no; es mejor que lo creas para tu propio bien. Satanás y un ejército enorme de demonios están en las trincheras de combate, y la inteligencia de Lucifer, su general, es muy buena. Pero, no te confundas, nuestra lucha no es contra el otro hombre; sino contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:12).
Llamados a la guerra
Toda persona está en peligro de muerte. Tenemos un enemigo poderoso en número y fortaleza. Toda persona, macho y hembra, debe ir al campo de batalla. El enemigo no descansará hasta destruirnos. ¡Qué haya un cese a la tregua!
La orden divina
"No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal" (Romanos 12:21). No debes permitir que el enemigo te derrote, lucha incesantemente hasta que alcances la victoria. "Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida" (Apocalipsis 2:10). "Mantengamos firmes, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió (Hebreos 10:23). El Señor nunca te mandaría a una derrota segura, El conoce tus fuerzas y limitaciones. Ya Cristo venció al diablo y a la muerte en el Calvario. Tu victoria está ya asegurada
No hay alternativa
El que no recoge positivamente trabajando para la causa de Cristo; desparrama, trabajando negativamente en su propia contra. El que no edifica, destruye; y él que no se pone en orden, se mete en el desorden.
El campo de batalla
El combate entre estas dos simientes opuestas: la simiente del diablo: la mentira, y la simiente de Cristo: la verdad; ha existido a través de toda la historia humana y continua por el día de hoy y hasta el fin del mundo. Le guste o no, usted está en medio de una guerra espiritual. Todas las personas: hombres, mujeres, niños; tú y tu familia están alineados a un lado u otro en el campo de batalla. O luchan con Cristo o luchan a favor de sus enemigos. Es una guerra entre familias. O luchas de parte de tu padre el diablo, el padre de la mentira, la serpiente antigua; o luchas de parte de tu Padre celestial, el cual es Cristo.
La demanda de ganar
Resiste al diablo y huirá de ti ( ). No hay dardos del maligno que no puedas resistir; si andas todo el tiempo con la armadura de Dios puesta sobre toda tu vida. Usa solamente la estrategia de lucha revelada en la Biblia. Sé lleno del Espíritu Santo. El llamado a vencer también es una orden divina. "Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios" (Apocalipsis 2:7).
Su más alta motivación
El Salvador le ha mandado a resistir en su propio nombre: Jesucristo. Usted debe de ganar la batalla de su vida para la gloria, la honra y la majestad de Cristo por los siglos de los siglos. El ataque del diablo y sus ángeles está dirigido contra usted. Es Satanás quien lo involucra a usted en esta guerra de dioses, No puede pasar esto por alto, porque es el mismo diablo quien demanda una respuesta suya. El diablo le llama a unirse a sus fuerzas de malhechores; pero usted debe unirse a las fuerzas de Cristo. Dice Jehová el Señor: Ay te puse la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge la vida para que te vaya bien (Deuteronomio).
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